Pito del Tren en Costa Rica: ¿A Favor o en Contra?

Carta abierta a la Casa Presidencial, a la Asamblea Legislativa, al Ministerio de Salud, y al Instituto Costarricense de Ferrocarriles respecto al pito del tren en Costa Rica

Podría decirse que así como cualquier moneda tiene dos caras, también cualquier perro tiene o no tiene cola que le majen.

Sin embargo, hay cuestiones que no son tan simples como ‘cara’ o ‘corona’, blanco o negro. Si bien una moneda sólo puede caer de un lado u otro, no es cierto que nada más hay perros con cola y perros sin cola (porque se las cortaron). Hay perros con media cola; hay otros con cola y media.

De manera similar, el argumento en contra o a favor del pito del tren es más complejo que un ‘sí’ o un ‘no’. En este caso, como en muchos en la vida, hay que contemplar los bemoles, la granularidad.

Así que ante la pregunta de estar o no a favor del pito del tren en Costa Rica, la respuesta es fácil pero compleja: depende. Y en este artículo pretendemos desarrollar de qué depende —y porqué depende—.

Apoyamos la Movilidad Colectiva al 100 por Ciento

Antes que nada, es importante reconocer el esfuerzo valioso en mejorar la red de trenes para el transporte ciudadano. Estemos o no a favor de lo pito del tren en Costa Rica, los avances del INCOFER en la Gran Área Metropolitana tienen mérito. Alinean a Costa Rica con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y con  las tendencias de vanguardia en movilidad colectiva y de menor consumo energético. El proyecto del tren debe de reforzarse y apoyarse desde esas perspectivas.

De igual manera, merita recalcar lo estipulado en la Ley General de Ferrocarriles, de la Ley Orgánica No. 7001, y de la Sentencia No. 00749 del 22 de junio del 2017 de la Sala I de la Corte Suprema de Justica. La vida humana y la integridad física de las personas debe resguardarse con prioridad. Y por eso, es importante reconocer que resulte necesario el uso de la pitoreta del tren dadas las condiciones actuales. Es cierto que el uso (y sobreuso) de la pitoreta se ha vuelto —hasta la fecha— indispensable para prevenir accidentes. Esto debido a la insuficiente y a veces indebida infraestructura de señalamiento y prevención en las carreteras.

Y Apoyamos También el Equilibrio

Dicho eso, en Sin Ruido Pura Vida sostenemos que la pitoreta del tren debería ser un mecanismo temporal y auxiliar, no una solución final ni permanente. El accionar de las bocinas del tren siempre debe ser el último recurso habiendo agotado otra serie de medidas de prevención. 

En todas las calles, los semáforos horizontales son suficientes para prevenir y detener a los conductores ante el paso de furgones, autobuses y demás vehículos. Bajo esa lógica, se requiere también una alternativa robusta y efectiva para generar seguridad en las vías férreas sin perturbar el equilibro sonoro. (Imaginémonos lo que sería de Costa Rica si cada automóvil, cada autobús, cada furgón, cada motocicleta… se viera obligado a accionar el pito cada vez que atraviesa una intersección en la cual tiene luz verde, y a pesar de que hay luz roja para detener el tráfico de la vía perpendicular. Suficiente para enviarnos a todas y todos al manicomio.)

El derecho a la vida, a la seguridad, y a la libre circulación debe y puede equilibrarse con el derecho a la tranquilidad, a la convivencia, al ambiente sano y equilibrado. La importancia del silencio para la salud es algo que debe tener protagonismo en las decisiones. También debe conjugarse con el derecho al descanso, a la intimidad, y a la salud emocional y psicosomática de los ciudadanos y de otros seres no-humanos. Este equilibrio está en arnomía con lo establecido en los Artículos No. 21, 24, 50, y 89 de nuestra Constitución Política, así como en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, Artículo No. 24. (Esto es particularmente importante en vecindarios y en parques públicos como espacios de recreación, privacidad, y sosiego.)

Modernizar Normativa para Priorizar la Vida y a la Salud

Por su parte, la Organización Mundial de la Salud ha establecido que los niveles de ruido alrededor de un ferrocarril no deberían superar los 54 decibeles en el día ni los 44 decibeles en la noche. (World Health Organization, ‘Environmental Noise Guidelines for the European Region’ [2018], pp. xvi, 49-60). 

Esto es así debido a que tanto la experiencia común como el principio precautorio y diferentes estudios científicos arrojan evidencia de los efectos del ruido sobre la salud y el bienestar humano. Esto es particularmente cierto en niñas y niños, adultos mayores, y personas enfermas. Entre los principales malestares se encuentran: riesgos cardiovasculares, estrés, irritabilidad, depresión y ansiedad, afectación de la libido, impedimentos cognitivos, hiperactividad y nerviosismo, pérdida auditiva, pérdida de sueño, enojo, y mal genio. (Ver Ibid. y World Health Organization, ‘Burden of disease from environmental noise’ [2011]). Puesto a la inversa, urge resguardar todos los benficios del silencio para la salud.

En cuanto a la regulación en Costa Rica, el conocido Decreto Ejecutivo No. 39428-S del 23 de noviembre del 2015, establece que los niveles de ruido en zonas residenciales no deben de superar los 65 decibeles. Esto se limita entre las 06:00 horas y las 20:00 horas —antes y después de lo cual los niveles máximos permitidos son de 45 decibeles—. En cuanto a zonas de tranquilidad, los niveles no deben superar los 50 dB y 45 dB respectivamente en tales horarios.

Actualmente, la pitoreta del tren en Costa Rica sobrepasa estos límites. Dependiendo del recinto, el sonido alcanza los 60-105 decibeles, medidos éstos desde el interior de distintas viviendas en vecindarios por donde pasa el tren. Además, las bocinas se escuchan a tempranas horas de la mañana a partir de las 4:30 horas. 

Por un lado, el pito es invasivo e interrumpe el sueño y la tranquilidad de los hogares. Por el otro, el sonido se prolonga de manera intensa por más de cinco, seis o hasta siete segundos. Y esto cada vez que el tren atraviesa diferentes intersecciones. (Cabe recalcar que, máxime del uso de la pitoreta, el tren no obstante ha provocado accidentes y colisiones.)

Es dado, inclusive, que los conductores de los trenes se “piten” entre ellos ‘al garete’, ‘sin gobierno’, para saludarse. Eso debería prohibírseles de manera contundente. (Esto sucede en Barrio Freses de Curridabat, por ejemploo, en donde hay vías paralelas y un tren avanza mientras otro espera a que se libere el paso.)

El Pito del Tren No Es un Sonido ‘Temporal’

Existe la alegación de que el pitido del tren es ‘temporal’ y en principio justificado por la exclusión de equipo de ‘emergencias’ para la prevención de accidentes (conforme al Artículo No. 15-2 del mencionado Decreto Ejecutivo No. 39428-S). 

En Sin Ruido Pura Vida cuestionamos si esa lógica es la mejor lógica —y si esa argumentación ‘blanco’ vs. ‘negro’, ‘escudo’ o ‘corona’—sea la mejor argumentación.

• Primero, subrayamos que los niveles máximos de ruido y los horarios establecidos por dicho Decreto no están siendo respetados por el INCOFER. 
• Segundo, tanto la configuración actual como estos estándares sonoros nacionales son de hecho débiles e inadecuados en comparación a los niveles recomendados por la Organización Mundial de la Salud referidos en el párrafo ya citado. Esto convierte la normativa vigente en Costa Rica en algo desactualizado e insuficiente en este aspecto.
• Tercero, refutamos de igual manera que el ruido de las bocinas sea ‘temporal’ o ‘indispensable’. En realidad, es un ruido ‘predecible’ que se puede prevenir, en primera instancia, y aminorar significativamente, en segunda instancia. Además, el ruido de la pitoreta no es ‘temporal’, es ‘recurrente’ con efectos ‘acumulativos’, al repetirse unas 20-30 veces diarias de lunes a viernes durante más de 48 semanas al año. Esto suma alrededor de 7.500 pitazos anuales.
• Cuarto, cuestionamos también la lógica de que lo que debe prevalecer es el sonido del pito sobre todos los demás. Esto establece una dicotomía artificial y una solución desequilibrada, parcial, sin matices circunstanciales que contraviene toda otra serie de derechos. El ruido de las bocinas del INCOFER es un agravio invisible que viola nuestro bienestar. 

Requerimos una Solución Moderna

Por ende, solicitamos que la paz sonora y la planificación acústica se integren como dimensiones esenciales y no-negociables dentro del quehacer del INCOFER, de la Casa Presidencial y sus Ministerios, y de la Ley General de Salud. Los tractores y los trenes no son un fin —sino un medio— y tienen lugar siempre y cuando prevalezcan los violines.

En países avanzados tecnológicamente, hay prueba de que el tren puede coexistir pacíficamente con la ciudad. Con las debidas medidas de seguridad y señalamiento, países como Japón han demostrado que la pitoreta es inecesaria.

A la luz de todo lo anterior, solicitamos también que se refuten y/o se reevalúen en su conjunto distintas alegaciones realizadas por el INCOFER en el pasado. (Ver, por ejemplo, resoluciones de la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia No. 2006-05928, No. 2009-019103, No. 2010-004509, No. 2018-001790).

En su lugar, solicitamos que se ejecuten, medidas similares a las ya decretadas por la Sala Constitucional en la resolución No. 2006-05928, específicamente:

• 1) Se demuestre de forma factual que el nivel sonoro de las bocinas se acopla a los mejores estándares internacionales correspondientes a zonas intra–urbanas —incluyendo zonas de tranquilidad—, para garantizar la prevención de accidentes y a la vez resguardar la salud sonora;
• 2) Se reglamente y se garantice de manera contundente que los conductores del tren accionen las bocinas i) única y exclusivamente cuando resulte justo y verdaderamente necesario para evitar un accidente, ii) sin prolongaciones superfluas o inecesarias y iii) de manera regulada (ante la ausencia de lo cual el pito se acciona ‘al  gusto y antojo’ de cada conductor de tren);
• 3) Y último pero igual de importante, que se apruebe el Proyecto de Ley No. 23.685 para que el INCOFER, el MOPT, y el COSEVI asuman, como medida primaria y prioritaria, la instalación y debido mantenimiento de infraestructura robusta de señalamiento y prevención en cada cruce de vías ferroviarias. Para ser efectiva, esta infraestructura debería incluir: agujas automatizadas y barreras robustas y efectivas que eviten el paso vehicular y peatonal, un sistema horizontal de semáforos claramente visible por encima y a la mitad de cada carril vehicular, señalamiento vial preciso y evidente, ‘campanitas’ y luces de alerta peatonal.

Enfatizamos que estas tres medidas no deben ser independientes ni desarticuladas. Deberían ser complementarias e integrales y ejecutadas en conjunto entre el INCOFER, el COSEVI, y el MOPT. El desafío requiere un abordaje holístico y eficaz de interés compartido entre todos los públicos de interés. Y requiere recordad que las y los seres humanos no fuimos creados para las tecnologías de transporte, sino dichas tecnologías han sido desarrolladas y han de ser puestas al noble servicio de los seres humanos.

Para resolver estos perjuicios, solicitamos entonces que el INCOFER se apropie de estas situaciones y asuma mucho mayor proactividad en el corto plazo en atender tanto el nivel sonoro y como la modalidad y duración al accionar las bocinas. Ante todo, solicitamos que colabore con las instancias respectivas de manera eficaz y con prontitud para instalar el mencionado sistema de prevención.

El Resultado Final: Seguridad y Equilibrio

El conjunto de todos estos elementos logrará reducir al mínimo indispensable y circunstancial el uso de la pitoreta. Esto aumentará la seguridad de conductores y peatones, y también la pacificación sonora de los vecindarios, sus alrededores, así como la salud auditiva y mental del personal y de las los pasajeros del tren. 

Desde Sin Ruido Pura Vida, solicitamos, en resumen, un abordaje integral y colaborativo respecto al pito del tren en Costa Rica. Confiamos que la seguridad, la salud, la tecnología, y el silencio pueden darse la mano, de una vez por todas.

Con miras a la pronta y eficaz resolución de la presente, en Sin Ruido Pura Vida nos ponemos a su disposición en lo que como vecinos podamos colaborar. Nos despedimos de ustedes atentamente.