Paisajes Sonoros Positivos: Ciudades Más Silenciosas del Mundo

El reporte ‘Fronteras’, publicado en el 2022 por el Programa Ambiental de las Naciones Unidas, focaliza la atención sobre un tema de creciente interés: la creación de ‘paisajes sonoros positivos’.

En vista de todos los beneficios del silencio, existen movimientos a nivel mundial para dejar atrás entornos ruidosos. La intención es crear más bien barrios y ciudades que promuevan la paz sonora y los sonidos positivos. Estos sonidos incluyen el canto de las aves y la música de los grillos, entre varios otros. 

Barcelona: una de las ciudades más silenciosas de Europa

De ahí que el reporte Fronteras señala lo siguiente:

“Cada vez resulta más pertinente considerar paisajes sonoros que contribuyan al bienestar tanto físico como psicológico de las personas, especialmente en el entorno urbano.”

Esto levanta una pregunta: ¿Cuáles son las ciudades más silenciosas del mundo? ¿Y cuáles son algunos de los principales factores de éxito que las han llevado ahí?

No Todos los Sonidos son Ruido

Hay que comenzar por aclarar que vivir con mayor silencio y paisajes sonoros positivos no implica la ausencia de sonidos. La vida en ciudad tiene que darle cabida al silencio pero también a sonidos enriquecedores. Sonidos positivos incluyen: las campanas de una catedral, el pasar del viento entre los árboles, o las canciones de un trovador en un parque.

Un ambiente sonoro sano es uno que evita las vibraciones, los ruidos incómodos y la contaminación sónica en general. Por el otro, también permite espacios de recreación y de descanso sonoro. Las ciudades de vanguardia reducen sonidos aturdidores de ferrocarriles, motocicletas, e industrias, y aumentan la protección del silencio en parques, hospitales, escuelas, y zonas de trabajo y habitación.

Por ejemplo, el Gobierno de Gales aspira a preservar e impulsar paisajes sonoros positivos. Entienden éstos como lugares “donde los sonidos naturales, como el fluir del agua, el canto de los pájaros, el silbido del viento entre los árboles y las conversaciones humanas, sean más prominentes que el ruido de tráfico de fondo”.

De igual forma, la Organización Mundial de la Salud recomienda sonidos no mayores a los 55 decibelios durante el día y menores a 40-45 decibelios durante la noche para áreas transitadas en zonas residenciales. (De hecho, estos niveles son todavía elevados, considerando que los seres humanos necesitamos sonidos por debajo de los 40 decibelios para poder dormir como se debe.)

Para ilustrar esto, la siguiente escala de colores contrasta los diferentes grados de “confort” o “disconfort” acústico medidos en decibelios. Los sonidos superiores a los 65 decibelios tienen un efecto negativo sobre nuestra salud. Además, es importante considerar que la incomodidad aumenta exponencialmente con el incremento del nivel sonoro. Es decir, pasar de 50 decibelios a60 decibelios incomoda 10 veces más que pasar de 40 decibelios a 50 decibelios. El efecto del ruido no es directamente proporcional sino multiplicativo conforme aumenta el volumen.

Mapa acústico de diferentes tipos de sonidos
Fuente: UNEP, ‘Ruido, llamas, desequilibrios’ (2022)

Las Ciudades Más Silenciosas del Mundo

De acuerdo a los hallazgos del mencionado reporte ‘Frontera’ de las Naciones Unidas, las ciudades más silenciosas del mundo tienden a encontrarse en la Unión Europea. Por su parte, las ciudades más bulliciosas están en Asia Central. 

A pesar de esta realidad, la Oficina de Publicaciones de la Unión Europea estima que en Europa 22 millones de personas sufren molestia crónica provocada por el ruido. Calcula también que otros 6,5 millones padecen alteración del sueño ocasionada por la bulla. (Si inclusive en Europa hay trabajo por hacer, en América Latina y Costa Rica hay todavía mucho más para lograr ponernos al corte con las mejores prácticas internacionales.)

 El siguiente gráfico contrasta el rango de ruido y silencio en diferentes ciudades de los distintos continentes:

Mapa acústico de las ciudades más silenciosas del mundo y las más ruidosas

África

  • Más silenciosas: Morogoro (Tanzania)
  • Más bulliciosas: Argel (Argelia), Ibadan (Nigeria)

América del Norte

  • Más silenciosas: Toronto (Canadá), Montreal (Canadá)
  • Más bulliciosas: Nueva York (Estados Unidos)

América Latina

  • Más silenciosas: Talca (Chile)
  • Más bulliciosas: Bogotá (Colombia), Puerto Vallarta (México)

Europa

  • Más silenciosas: Lyon (Francia), Barcelona (España)
  • Más bulliciosas: Tirana (Albania), Londres (Reino Unido)

Asia Occidental

  • Más silenciosas: Irbid (Jordania)
  • Más bulliciosas: Ahvaz (Irán), Ammán (Jordania)

Asia Meridional

  • Más silenciosas: Katmandú (Nepal)
  • Más bulliciosas: Daca (Bangladesh), Islamabad (Bangladesh)

Asia Oriental y el Pacífico

  • Más silenciosas: Melbourne (Australia), Yakarta (Indonesia)
  • Más bulliciosas: Manila (Filipinas), Ho Chi Minh (Viet Nam)

Las Claves del Éxito de los Paisajes Sonoros Positivos

Hay dos formas para reducir los niveles de ruido y aumentar los sonidos positivos en nuestros entornos: la aproximación correctiva y la aproximación preventiva o proactiva. La primera se enfoca en instaurar medidas que funcionen como barreras contra el ruido que ya existe. La segunda se enfoca en reducir o evitar el ruido desde la fuente.

Ambas aproximaciones conllevan diferentes beneficios del silencio para la salud. Éstos incluyen: mejorar el estado de ánimo, aumentar la proactividad en el trabajo, atraer sonidos de la naturaleza a las ciudades, mejorar el bienestar neuronal, y la calidad sueño.

Medidas Correctivas

  1. Crear cortinas verdes. Además de embellecer un entorno y atraer aves e insectos a la ciudad, la disminución del ruido puede potencilizarse si se eligen plantas y arboles nativos adecuados para el diseño de espacios exteriores. Para esto es importante considerar las especies a sembrar, el tamaño y la altitud, la distancia a la fuente de ruido, etc. En Costa Rica, la organización Árboles Mágicos tiene mucho que ofrecer en este sentido.
  2. Usar ventanería acústica. Este tipo de ventanería se conforma de diferentes capas de vidrios y filminas especiales con baja conductividad acústica. Si bien esta alternativa representa una inversión elevada, es apropiada para hogares como para centros educativos, bibliotecas, hospitales. La ventanería acústica puede reducir los niveles de ruido hasta en un 25-30 por ciento.
  3. Instalar barreras sonoras. Esta es una práctica utilizada en muchas autopistas en Europa y Norteamérica. Consiste, por ejemplo, en contruir muros de 3-4 metros entre calles transitadas y zonas residenciales. Representa de igual forma una oportunidad para emplear plásticos reciclados (o “madera plástica” como la de Bosque Plástico). Estos materiales tienen además una baja conductividad acústica.
  4. Convertir calles a una sola vía. Actualmente, la legislación en Costa Rica no permite el bloqueo de vías públicas para usos exclusivos ni privados. Pero una alternativa para reducir niveles de tráfico es convertir pasos vehiculares en vías de un solo sentido. En zonas residenciales, esto tiene el potencial de ‘dificultar’ o hacer menos atractiva la circulación de motocicletas, camiones, y vehículos. Las calles de una sóla vía contribuyen así a que los vecindarios no sean utilizados como rutas de paso y más bien se conviertan en lugares atractivos y más silenciosos para peatones y para quienes ahí habitan.
  5. Reforzar mecanismos de denuncia en el Ministerio de Salud. Actualmente la denuncia de ruido debe manejarse a través de la sede más cercana del Ministerio de Salud. Los formularios para las denuncias sanitarias estás disponibles en el sitio web del Ministerio de Salud, siguiendo estas instrucciones. (Pero como este proceso puede ser lento —y hasta engorroso, y a veces ineficaz— puede ser mejor empezar por conversar con las personas que están generando el ruido. A veces, quienes emiten ruidos no están conscientes de ello y basta una conversación cordial para remediar.)

Si bien estas medidas tienen algún grado de efectividad, dejan a su vez intacta la raíz del problema. Crear ciudades silenciosas debe ir acompañado de acciones más fundamentales que aborden la emisión de ruido desde la fuente.

Medidas Preventivas y Proactivas

  1. Incentivar el uso del transporte eléctrico. La transición hacia modalidades de transporte eléctrico no necesita introducción. Desde autobuses hasta bicicletas, el transporte eléctrico genera niveles sonoros inferiores al de los motores de combusión. Las ciudades silenciosas le dan prioridad a tecnologías de vanguardia que no dependen de combustibles fósiles y que a la vez protegen los paisajes sonoros positivos.
  2. Reordenamiento urbano para facilitar la movilidad activa. Más allá de transicionar a la movilidad eléctrica, es inclusive mucho más importante apoyar políticas municipales y estatales que le den prioridad a convertir nuestras ciudades en espacios caminables y ciclables. Esto se conoce como “movilidad activa”. Entre otros, la movilidad activa implica que los vecindarios, por ejemplo, tengan acceso a abastecedores, farmacias, restaurantes, y otros comercios de necesidades básicas a menos de 5-10 minutos caminando. La pirámide de movilidad de la iniciativa europea Share North ilustra a lo que debiera aspirar toda política de vanguardia:
  1. Mejorar regulaciones del sonido. En Costa Rica, los niveles sonoros están regulados por el Decreto Ejecutivo No. 39428-S. Éste establece que los niveles de ruido en zonas residenciales no deben de superar los 65 decibelios entre las 06:00 horas y las 20:00 horas. Antes y después de este horario los niveles máximos permitidos son de 45 decibeles. (En teoría.) En cuanto a zonas de tranquilidad, como lo debiera ser un parque, los niveles no deben superar los 50 dB y 45 dB, respectivamente, en tales horarios. 
    • Estos máximos permitidos resultan débiles e insuficientes en comparación con lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud. Por ejemplo, los niveles de ruido alrededor de un ferrocarril no deberían superar los 54 decibeles en el día ni los 44 decibeles en la noche. Sin embargo, en Costa Rica la pitoreta de los trenes del Incofer viola y excede estos límites por más de 40-50 decibelios. 
    • Resulta indispensable modernizar y optimizar el reglamento del Decreto Ejecutivo de manera fundamental y llevarlo a la altura de las mejores prácticas internacionales.

Además, todas estas medidas deben ir siempre acompañadas de proyectos de sensibilización y generación de conciencia. Las leyes por sí solas no cambian una sociedad. Se necesita también cultivar una cultura del silencio y de sonidos positivos. Requerimos un viragje de 180 grados en nuestra percepción y sentimientos hacia la bulla y hacia el silencio. La regulación puede corregir un comportamiento, pero un cambio de mentalidad puede transformar una cultura. 

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El pasado está lleno de transformaciones culturales que en su momento parecían ilusas o imposibles. Hace 100 años, por ejemplo, en Costa Rica las mujeres no tenían derecho al voto, se fumaba inclusive en los hospitales, existía un ejército, y no había parques nacionales. Hoy ese pasado es historia. La visión de un mundo distinto, acompañada de esfuerzos a nivel legislativo, han hecho de Costa Rica un país diametralmente distinto al pasado.

Es hora que este tipo de transformación cultural encuentre lugar en torno a la bulla y al silencio. Urge encaminar nuestros esfuerzos para que los paisajes sonoros positivos dejen de ser la excepción y se conviertan en la norma.

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Tomadas en su conjunto, todas estas medidas pueden dar la impresión de ser inalcanzables. Y de cierta forma lo son si pretendemos cambiar la situación de la bulla en Costa Rica una persona a la vez. El desafío parece imposible porque ninguna golondrina por sí sola hace verano.

Necesitamos, por eso, la acción colectiva. Unir esfuerzos a través de sectores y trabajar con a quienes nos representan en las autoridades estatales y municipales, a sabiendas que somos muchas y muchos quienes queremos mejoras sustanciales. Es hora de que la paz sonora y los paisajes sonoros positivos sean reconocida como dimensiones fundamental de nuestro verdadero bienestar. El silencio es un oro invisible. Hacer de Costa Rica un país con vecindarios y ciudades más silenciosas es algo que nos beneficiará a todas y todos.

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Para más información:

European Parliament and Council (2002). Directive 2002/49/EC relating to the assessment and management of environmental noise. Brussels: Publications Office of the European Union.

Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, Fronteras 2022: Ruido, llamas y desequilibrios – Nuevos
temas de interés ambiental
, 2022, Nairobi (Kenya).

Schwela, D. (2021). Environmental noise challenges and policies in low and middle-income countries. South Florida Journal of Health, 2(1). https://doi.org/10.46981/sfjhv2n1-003

https://www.mimi.audio/en/blog/2017/3/8/worldwide-hearing-index-2017

https://ncceh.ca/environmental-health-in-canada/health-agency-projects/environmental-noise-0

30 October 2023 | by Eduardo Sasso G.